Presentamos ahora algo tremendamente fuerte y clarificador: El mito Juan Pablo II, una vez escuchada con atención la siguiente charla, cae avasalladoramente desplomado ante la cantidad de argumentos que el mismo Karol Wojtyla nos proporcionó. Serán sus palabras, sus acciones, sus gestos, sus documentos… los que nos conducirán a la verdad más palmaria sobre el personaje que seguidamente trataremos. Diremos que fué un magnifico y extraordinario actor, y que desarolló a la perfección su papel, su malévolo papel, que consistió en demoler y destruir cuanto más mejor. Su idolátrico pontificado fue terrorífico. ¡Comprobémoslo!
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